Vivir con sencillez en el Bruderhof
El Bruderhof valora la sencillez y la responsabilidad en todos los aspectos de nuestras vidas. En la oración, por ejemplo, nos acercamos a Dios humildemente. Las oraciones habladas son directas. No tenemos liturgias detalladas ni edificios consagrados. Cuando es posible, nos reunimos, oramos y compartimos comidas comunales al aire libre.
En nuestras relaciones con los demás, no hay ley sino la del amor. Los humanos tienen conflictos y diferencias de opinión; esto no nos sorprende. Aun así nos esforzamos para no albergar resentimientos ni hablar mal de nadie. Como nos enseña Cristo, hablamos directamente con nuestro hermano o hermana cuandoquiera que haya algún desacuerdo entre nosotros.
Creemos en no gastar dinero en nosotros mismos ni acumular posesiones más allá de lo que es esencial, como se describe de los primeros cristianos en los Hechos los Apóstoles 2 y 4. Puede que tengamos los recursos para comprar mobiliario costoso o la última tecnología, pero en vez de eso, buscamos vivir frugalmente para que podamos dar generosamente. El consumo limitado del material también nos permite dejar una huella más pequeña en la tierra.
El ambiente natural es la creación de Dios. Admiramos esta maravilla y nos esforzamos por nutrirla y mantenerla. Las lecciones al aire libre, las actividades y la educación son esenciales para nuestra enseñanza. Cultivamos nuestras propias granjas y huertas, y de ser posible criamos nuestro propio ganado, para producir carne y verduras libres de químicos. Seguimos explorando maneras de reducir nuestro impacto ambiental, a través de tecnologías como la energía solar y la geotérmica.